El monumento asiático de Buda en la provincia de Sicuani, al suroccidente de China, se deteriora a causa de los daños ambientales y las continuas visitas de los turistas. Es la segunda vez que se planifica la restauración de la obra, pues en el 2001 estaba en condiciones similares
Las innumerables visitas que recibe de turistas y seguidores de la religión budista y la lluvia, ácida que sufre la tercera parte del país asiático, han malogrado el estado del Buda de la ciudad Leshan, monolito de 71 metros de altura construido en el siglo VIII, durante la Dinastía Tang. La mayor parte afectada de la estatua es la cabeza de la estatua. Su cabello y una de sus orejas se deshacen por los microbios alimentados por la humedad.
La Organización de Naciones Unidas incluyó a la estatua en la lista de Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. En 2001, se desarrolló un proyecto para la limpieza y restauración de la estructura.